En 2005, se inauguró en Rafaela la primera bienal de pintura, un certamen que tenía entre sus objetivos ir más allá de los clásicos salones de arte buscando promover y formar a los artistas locales, acrecentar la colección de su museo de arte y dar acceso a sus bienes culturales. La bienal, que comenzó a celebrarse vinculada al día de la ciudad, se planteó como una oportunidad político-conmemorativa que se enlazaría con las políticas culturales desarrolladas por el municipio cuando en el 2010 se puso a discusión de la comunidad la ampliación de la infraestructura cultural y que culminó con la apertura en el 2014 del "Complejo Cultural del Viejo Mercado" incluyendo al museo de arte con un renovado espacio expositivo y a los talleres del Liceo "Miguel Flores".
A diferencia de otras bienales que nacieron con la llegada de la democracia, la de Rafaela logró sostenerse a lo largo del tiempo. Con jurados destacados, supo acompañar los cambios producidos en el campo artístico nacional, apelando a lo "futurible" como estrategia de modernización de las artes en la región. No hay dudas que esta "institución" rafaelina ha logrado sus objetivos articulándose con otros organismos estatales, espacios e iniciativas privadas facilitando el desarrollo de una nueva generación de artistas y galerías de arte locales que se destacan en las distintas escenas artísticas del país. Hoy, en su décima edición, se encuentra ante la pregunta de toda la comunidad si se convertirá en una política de Estado.
Pablo Montini