En 1950, la pintora cordobesa Mary Etchenique de Vigo, retrató a Olimpia y a su hermana Zunilda por encargo de sus padres, cada una de ellas vestida con los colores que habitualmente usaban: celeste para Olimpia, rosa para Zunilda.
Las hermanas construyeron sus vidas con recorridos diferentes a los estipulados por los roles de género para las mujeres de esa época. Por eso pensamos como ejercicio elegir otros colores y estampados para intercambiar en su ropa. Hicimos un juego a modo de libro para transformar la camisa de Olimpia con diferentes telas.