Intercambios

Guillermo Mastrichio

10/07/2014
Esto es más o menos lo que puedo contar de lo que va de mi experiencia. Previo a viajar hacia Alemania, había organizado todo los detalles del viaje, conexiones de trenes, cómo pedir ayuda, e incluso cómo iba a llegar a la empresa.

Todo salía bien hasta que llegué a Brasil donde partimos con una hora de retraso. Eso provocó llegar una hora tarde y perder la última combinación de trenes rumbo a Reichenbach. Al llegar a Franckfurt tomé el último tren que salía hacia a Werdau cuidad muy cercana a mi destino. Y comencé mi recorrido por las vías alemanas, viaje tranquilo con pocos trasbordos hasta mi llegada. Allí tuve que pasar la noche en la terminal debido a que no había más trenes. En la mañana tomé el primer tren, llegué finalmente a destino y me comuniqué con la empresa la cual enseguida se hizo cargo de mi movilidad.

Trabajo para Thermofin GmbH, en Reichenbach. Soy practicante de vendedor, y básicamente me dieron dos objetivos para cumplir a lo largo de estos seis meses. El primero y fundamenta: aprender a usar el programa con el que se gestionan los presupuestos. Y el segundo y no menos importante: aprender el idioma.

Aunque confieso que ambos son muy complicados tengo un buen compañero David de Lamo, es español, me enseña y salva todas mis preguntas. Y en cuanto al idioma se practica en el día a día y por supuesto estudio en mi apartamento en Mylau (pueblo cercano al trabajo, aproximadamente a 4 km).

Lo más lindo del trabajo es poder relacionarme con personas de todas partes del mundo, como chinos, rusos, ucranianos, indios, chechenios y por supuesto españoles y alemanes.

Desde el primer día entablé amistad con Wu, un practicante como yo, de origen chino, muy amable. Con el paso del tiempo empezamos a juntarnos a comer y pasar los fines de semanas con el resto de la mesa de trabajo compuesta por: Igor de Ucrania; Shailesh, de india; y David el ya mencionado español. Cuando nos juntamos los cuatro por lo general nos comunicamos en Inglés. Pasamos buenos momentos, de muchas risas.

En lo que va de estos tres meses que estoy acá, ya pude conocer Dresden, una hermosísima cuidad, con una historia sorprendente y edificios muy lindos y antiguos. A su vez tiene un equipo de fútbol del cual me hice simpatizante el SG Dynamo Dresden. Por otro lado el mes pasado pasé tres días conociendo Berlín y quedé fascinado con las puertas de Buesburgo. Y ya tengo reservas para conocer a la brevedad Praga, München y Nürberg.

Por último, algo de lo que me siento muy orgulloso es de mi capacidad para integrarme, y lo pude hacer también acá pese a que apenas hablo el idioma. Logré ser aceptado en un equipo de fútbol de un pueblo cercano llamodo Spvgg Neumark, perteneciente al pueblo de Neumark. Esto sucedió una semana en la que realicé una capacitación en la parte de producción de la empresa, donde conocí a muy buenas personas. Una de ellas es mi hoy amigo Markus Theis con quien mientras me enseñaba su trabajo pasamos horas hablando de fútbol, me invitó a su pueblo y una cosa llevó a la otra así que hoy en día entreno dos veces por semana y juego todos los viernes.
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Municipalidad de Rafaela
 
Ciudad de Sigmaringendorf