En el marco de la Agenda Experimenta Papel, la profesora Claudia Manera coordinadora del programa Rafaela Lee de la Secretaría de Educación entrevistó al ilustrador y escritor Istvansch, con el objetivo de dialogar sobre el libro Abel regala soles, cuyos originales se exhiben en el Complejo Cultural del Viejo Mercado.
Abel regala soles es el título de uno de los libros de la prolífica producción del ilustrador y escritor Istvansch. Nada mejor que tener su testimonio en el marco de la exposición de los originales del libro, que se realiza en estos días en el Complejo Cultural del Viejo Mercado.
CM- ¿Qué representan los soles en tu obra?
Is -A mí siempre me gustaron los colores fuertes, contratantes, rutilantes, nunca me gustaron los pasteles, he ido pocas veces hacia los monocromos y creo que esto tiene que ver con la historia de mi vida porque frente a la oscuridad que yo vivía en esta primera infancia donde mis viejos estaban bárbaros y divinos y de pronto se hizo la oscuridad con la enfermedad de mi mamá?en la reverberancia de los colores yo rescataba ese poder del amor, del estar unido y de demostrar que el color siempre está presente en la vida a pesar de que uno esté atravesando momentos tensos. En esa búsqueda del color, los soles, los leones, las flores?son formas que siempre me han atravesado y que me han gustado hacer. Disfruto mucho hacer este tipo de dibujos. He dibujado muchos leones y siempre tengo soles. Hay lunas que parecen soles, hay ojos que parecen soles? hay pájaros, el vuelo es algo también que aparece muchísimo en mis trabajos. Estas figuras están siempre atravesadas por los soles porque siempre es la búsqueda de la luz. Me gustan los colores vibrantes, rutilantes. He vivido momentos muy duros muy dramáticos en mi vida además de los que conté en mi infancia pero yo sé que eso siempre pasa, que esos momentos son precisamente eso, momentáneos, y que hay que estar firme, bien parados para pasar la tormenta. Los dibujos son la balsa en la que yo me paro en la tormenta. Sé que mientras dura la tormenta o cuando de repente algo termina lo primero que tengo que hacer es dibujar. Esto para mí es un principio, sé que así las cosas retoman su eje. Esto siempre lo he hecho e incluso llorando, dibujando llorando como estrategia terapéutica. Es lo que tengo que hacer aún cuando mi cuerpo tienda a desbarrancarse: dibujar y expandirme en soles. En el momento que termino el dibujo siento que me rescato. Esto es lo que significan los soles en mi obra.
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