El proyecto de creación del Centro Documental de la Memoria de Rafaela comienza en 2018, sosteniendo la premisa de contribuir a mantener viva la historia, en especial la de nuestra localidad, para que la ciudadanía conozca las consecuencias de la represión y su impacto en la comunidad rafaelina y en la región.

En noviembre de 2019, el Concejo Municipal aprueba por unanimidad la Ordenanza nº 5135 para su puesta en marcha. Con la colaboración de otros organismos locales y nacionales, se empezó a trabajar en la redacción del reglamento. Desde el 27 de agosto de 2021, cuenta con la firma del Intendente para su reglamentación y funcionamiento.

El CDMR funciona en el Archivo Histórico Municipal de Rafaela, en el 1º piso del Complejo Cultural del Viejo Mercado. Las consultas se pueden realizar de lunes a viernes en el horario de 7:00 a 14:00 horas. 


POR QUÉ CENTRO DOCUMENTAL Y NO ARCHIVO.

El CDMR se inició y se continúa construyendo a partir de la búsqueda, catalogación y guarda de documentación disponible en diferentes fuentes: archivos generados por instituciones del Estado,  archivos de comisiones investigadoras, procesos judiciales y acciones reparatorias, archivos generados por la sociedad civil con fines de defensa, denuncia, resistencia y memoria sobre lo ocurrido así como registros de testimonios orales de presos políticos y de familiares de las víctimas del terrorismo de Estado. A diferencia de otros Archivos de Memoria de la Argentina y América Latina que se constituyen a partir de fondos documentales únicos, de carácter fundamental y trascendental para la investigación de la temática regional o nacional,  el CDMR construye su acervo no sólo con documentación única sino además copias de documentos de otros archivos que se relacionan con los propios producidos. He aquí la única particularidad de contar con un Centro Documental a diferencia de un Archivo, poder disponer de copias (autentificadas) de otros archivos que lo relacionan con el contexto local y regional. Respecto del modo de resguardo y organización de la documentación, el CDMR trabaja de la misma manera que el resto de los Archivos de Memoria.

Es importante tener en cuenta que, desde el punto de vista de la archivística, no cualquier conjunto de documentos puede ser considerado un archivo. Para constituir un archivo es importante que se respete el carácter seriado, original y orgánico de la documentación; es decir que el acervo que encontramos en los archivos refleje en su organización el modo y el momento en que fueron producidos. Una de las tareas de los y las archivistas es, precisamente, conservar y catalogar los documentos, respetando el orden y la manera en que fueron producidos por las personas o las instituciones de origen. De esa forma, cuando consultamos documentos en un archivo podemos entender la modalidad, el orden, el momento, el contexto y las condiciones históricas en que fueron creados (1).

La totalidad de la documentación producida por una única institución o persona que se guarda en un archivo se denomina fondo. Los fondos no pueden mezclarse entre sí y deben mantener su propia organización. A su vez, como decíamos, el orden y la clasificación que se le da a los fondos deben ser idénticos a los que les había otorgado la institución o persona que los produjo. 




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(1) Nazar, Mariana y Pak Linares, Andrés, “El hilo de Ariadna”, en Políticas de la memoria, Nº 6/7, verano 2006/2007; Besoky, Juan Luis, “Como dos extraños: dilemas del joven historiador frente al archivo”, en Hilos Documentales, Año 1, Nº 1, diciembre de 2018.